Sero-Convertidos[1]
Introducción
Luego que en la década de los 80´s se descubriera el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), los casos de personas que viven con este virus ha aumentado dramáticamente, ya que desde ese momento hasta nuestros días, se ha convertido en la pandemia de mayor expansión en todo el mundo, quitándole la vida a miles de personas, principalmente en el África subsahariana, donde no se ha encontrado una explicación al impresionante número de casos provenientes de esta región y se han lanzado varias hipótesis para dar explicación a ello, como lo pueden ser el déficit alimentario o sus inapropiadas condiciones de salubridad; en el segundo lugar de portabilidad del virus en el mundo se encuentran los hombres gay, quienes en occidente[2] portan la carga del estigma y el rechazo que el miedo hacia esta orientación y ejercicio de la sexualidad ha generado, al ser este grupo poblacional que posee las tasas más altas de VIH se ha comenzado a asociar la (homo)sexualidad como causante del virus, y estas afirmaciones son fortalecidas por argumentos de índole moral – religiosa.
El aumento
vertiginoso en las tasas de población gay viviendo con VIH, ha provocado que
muchos de ellos decidan dejar de luchar contra algo que parece inevitable
(Adquirir el virus), por ello, muchos ingresan en la filosofía “Bugchasing” o
persecución del bicho, esta práctica se caracteriza por buscar de manera
voluntaria a personas Sero-Positivas o "Giftgivers" que deseen “convertir”
de manera consensuada a otras Sero-Negativas, para así Sero-convertirse e
ingresar a hacer parte de este colectivo.
Un ejercicio de sexualidad libre, que
para la mayoría sería irresponsable que elige abandonar la cultura del miedo y
el control que tiene sobre sus cuerpos y que gran parte de las personas gay han
decidido optar como forma de vida, es lo que se analizará, ya que son hombres[3] que dejan de estar regulados por normas de
comportamiento de una <sexualidad saludable>, heterocentrada que intenta
intimidar y coactar por medio del temor que produce la obtención de
enfermedades que pueden ser crónicas, ligadas directamente a las prácticas que
no se ajusten a la de procreación heterosexual.
Dentro
de los espacios de sexualidades (H-H) se han empezado a construir comunidades
de “Barebackers”, hombres que tienen sexo “a pelo” o sin condón,
espacios donde no se pregunta a diferencia de otros la sero-negatividad del
otro, ya que se da por sentado que esta vive o piensa vivir con VIH[4], por ello esperan tener un
encuentro en el que no se piense en enfermedades y problemas que sexualidades <dañinas>
puedan causar, tan sólo se vive el momento, rompiendo la lógica que impera
sobre el autocuidado y el bienestar de sí, es una apuesta que rompe con las
políticas racionales sobre el manejo del cuerpo y la sexualidad, quebranta el
miedo y el poder que las industrias productoras de preservativos y los medios
de comunicación generan constantemente sobre la población, ya que al final
(reflexionan estos grupos) el ser marica es casi una condena en la que tarde o
temprano cada hombre homosexual, por un descuido o error podrá contraer el
virus, y que mejor que hacer de esta condena un acto consiente y consensuado
entre el sero-negativo y el sero-positivo para convertirse, y de esta manera
ingresar a una comunidad que cada vez es más grande y visible, que aunque no lo
pretenda se está volviendo un problema para las autoridades médicas y una
muestra de la poca efectividad que las campañas de prevención han logrado.
Barebacker como contrasexualidad
El significado de la práctica barebacker es
necesario entenderla como una forma de resistencia desde el cuerpo,
sexualidades que salen de la construcción y norma heterosexual y que son
marginadas al ámbito de lo privado, aquello que Preciado desde la biopolítica
de Foucault llama el sexo como contrato contrasexual en búsqueda del
placer-saber “los trabajadores del ano son los nuevos proletarios de una
posible revolución contrasexual.” (Preciado, 2011, pág. 24).
Esta forma de
contrasexualidad siguiendo a Preciado puede entender contraer el virus como lucha
directa contra diferentes formas de dominación, poder-saber, como las
productoras de fármacos antirretrovirales[5] que se
enriquecen prolongando la vida de estas personas, las industrias de
preservativos que por medio de una pedagogía del miedo y no de la consciencia
intentan evitar nuevos casos de contagio, la sociedad que desde su doxa
marginaliza y estigmatiza a estos peligrosos “enfermos”, la población gay que
utiliza el termino sidoso contra quienes son desagradables para ellos, en un
intento de burla pública que genere sospecha del estado de Sero-negatividad del
otro; esto es lo que se enfrentan las personas con VIH , y muchos como forma de
reivindicación de lo que decidieron -o no - ser retoman el insulto, lo que
representan y lo transforman en el emblema de su libertad, algo similar con lo
que sucedió con los grupos “Queer” en Estados unidos y Europa, quienes
decidieron adoptar las ofensas como parte integral de su reconocimiento desde
el cual inician una lucha política por la diferencia y el poder ser.
A diferencia
de lo que se podría creer la obtención voluntaria del virus no es una forma de
suicidio, por el contrario, en ello se vinculan formas de deseo (por ello el
sexo a pelo se ha convertido en una de las categorías más visitadas por los
usuarios que ven páginas de pornografía), fetiches generados hacia la intriga
que produce la posibilidad de obtener-tener, el placer de sentir al otro sin
barreras, la posibilidad de excluir a ese otro que no quieren entrar en el
juego; es lo que sustenta en gran parte el libido de ser de una minoría que
rompe con la cultura imperante, ya que si bien la práctica homosexual en si es
rechazada por norma heterosexual – patriarcal, estos hombres gay se reconocen
desde la diferencia y potencian el “estigma” en algo en lo que quieren ser y no
como lo muestran los medios, algo que me toco tener, como una especie de carga
que se debe llevar la persona por no adecuarse a lo (moral-sano) establecido.
Esta forma de
contrasexualidad subvierte el orden de la sexualidad instrumental heterosexual,
es una forma de lucha contra-hegemónica de un grupo continuamente
subalternizado que existe pero que incomoda <ya que no son fáciles de
distinguir>, que luchan contra imposibilidad que los otros intentan darle a
su existencia, que combaten la norma y estigma heterosexual y a su vez resisten
el rechazo por parte de otros colectivos gay - lésbicos, que ven en ellos una
legitimación de los prejuicios contra los homosexuales y que en parte causan el
entorpecimiento de parte de sus luchas por la obtención de derechos
fundamentales.
Es a su vez
una continuación de la revolución sexual iniciada a mediados de los años 80´s,
con un nuevo enfoque, que se aleja en gran parte de aquella corriente, que
actualmente ha sido cooptada por las luchas de corte liberal, una mirada
que ve la obtención de derechos como una manera de aceptación por parte de la
sociedad, que algunas lo llaman como el reconocimiento de las diferencias y un
avance a una sociedad mejor; pero que otras ven como una forma de coacción, ya
que no ha habido un cambio cultural de fondo que permita y de las posibilidades
de ser abiertamente diferente y que vaya más allá del reconocimiento de los
derechos constitucionales.
Esta nueva
revolución sexual posee más de lo que Mignolo en su ensayo llama desobediencia
epistémica, pensamiento independiente y libertad, la cual desde diferentes
reflexiones y maneras de enunciación ha permitido construir nuevas identidades
y sexualidades de-coloniales que permitan romper la cosmología occidental
capitalista, creando sus propias relaciones sociales – sexuales que los
representan e identifican.
Bibliografía
·
·
Mignolo, Walter. Desobediencia epistémica. Pensamiento independiente y
libertad decolonial. Otro logos revista de estudios críticos. Argentina
· Preciado,
B. (2011). Manifiesto Contrasexual. Barcelona: Anagrama.
[1] Ensayo presentado para la clase
de Estudios Culturales de LEBECS - UPN
[2] Se hace la aclaración ya que las tasas más
altas de personas gay que viven con VIH se dan en occidente y por otro lado no
hay mucha información de comunidades Barebackers en otro tipo de culturas.
[3] Se hace referencia a hombres gay ya que son
quienes principalmente han adquirido está práctica, sin desconocer que también
se dan <aunque en menor medida> en otras poblaciones con diferentes
“orientaciones sexuales”.
[4] Es necesario diferenciar que Bugchasing es la
idea de contagiarse voluntariamente para llegar a obtener VIH y Barebackers es
la práctica en si del sexo sin protección, no todo barebacker fue bugchaiser,
ya que muchos optan por tener está sexualidad sin reflexionarlo o ya cuando se
enteraron que vivían con VIH.
[5] Gran parte de la población que vive con VIH
opta por no acceder a un tratamiento y no sujetarse a los efectos secundarios
que estos producen.